El coche o vehículo familiar se caracteriza por tener un habitáculo de pasajeros con un tamaño similar al de un sedán (cuando se trata de modelos de 5 plazas), pero ampliando el espacio que reserva para el maletero, por lo que se puede decir que es un vehículo más alargado y de mayores dimensiones, especialmente en la parte posterior.
Es esta peculiaridad lo que hace que sea uno de los modelos de coche favorito en los círculos familiares (sobre todo en aquellos más numerosos), ya que se ven beneficiados por el tamaño del maletero, una característica muy codiciada debido al gran volumen de objetos que tienen que transportar.
Además, el mencionado habitáculo de pasajeros es compartido con el maletero, lo que significa que normalmente los asientos de atrás son reclinables, haciendo aún más grande este espacio.
Este tipo de vehículo ha aumentado su popularidad y ventas de manera exponencial en las últimas décadas, siguiendo el patrón que han ido marcando de manera general todos aquellos vehículos que cuentan con unas dimensiones superiores a la media.
Recuperando la mención vertida sobre la posible relación entre el sedán y el familiar, la realidad es que hoy en día la gran mayoría de coches familiares son de 7 plazas, por lo que no solo cuentan con un maletero infinitamente más grande, sino que también es mayor las personas que pueden disfrutar de él a la vez.
En una época en la que cada vez se tiende más al respeto por el medio ambiente y a la sostenibilidad del planeta, la posibilidad de transportar hasta 7 pasajeros en un mismo vehículo se antoja como una gran opción para ti y los tuyos, tanto para llevar a los niños al colegio de camino al trabajo, como para las excursiones de vuestras vacaciones.
Y la forma definitiva de aprovechar todo este espacio es comprando un vehículo familiar híbrido: no hay mayor contribución hacia tu familia y hacia el planeta Tierra que esa, ya que no solo conseguirás un ahorro en el número de emisiones y la posibilidad de evitar las futuras restricciones, sino que además podrás disfrutar de un gran ahorro, tanto en repostajes como en tu declaración.
Y ya si quieres llevar el ahorro al siguiente nivel, lo mejor que puedes hacer es comprarte tu vehículo familiar de segunda mano, algo cada vez más popular en los hogares (sobre todo en este tipo de coches de gran robustez y resistencia).
Bien es cierto que, si compras tu vehículo familiar de segunda mano en un concesionario de confianza, podrás garantizar la calidad de tu compra, pues tienen un excelente trato de los vehículos de segunda mano que recogen, los cuales además son sometidos a estrictos controles de calidad.
Además, tal y como decimos tu vehículo familiar tendrá un precio mucho menor al que podrías haberte imaginado, y podrás disfrutar de una calidad y conducción muy similar a la de un coche recién salido de fábrica.